UN CARTERO LLAMADO CORREO ELÉCTRONICO
Ignacio Boixo
Si se ha escrito la carta con ordenador, ¿por qué no enviarla también
por ordenador?. Esta puede ser la idea más elemental del correo electrónico.
Pero no sólo se usa el ordenador para escribir cartas: Hojas de cálculo, gráficos,
notas, informes, pedidos, facturas, imágenes y hasta voz digitalizada son
procesados por ordenador, y pueden enviarse mediante él. Todo lo que contiene
un ordenador se puede reproducir en otro, sin ninguna pérdida de información
ni calidad, todas las veces que se desee, en minutos y a un precio muy
razonable.
Una gran ventaja de los ordenadores es su capacidad de archivo y de
proceso. Todo lo que un ordenador imprime tiene siempre el aspecto de un
original. Se acabó el volver a teclear lo mismo porque falta una frase.
Juntando tres informes parciales y una hoja de cálculo se obtiene, con algo de
imaginación y poco esfuerzo, un informe general, que se puede seguir retocando
hasta que quede perfecto. Pero, para ello, los informes parciales y la hoja de cálculo
han de estar en el mismo ordenador y, si se han hecho en distintos ordenadores,
¿como juntarlos?. Se pueden volver a teclear -aburrido y lleva tiempo-, se
pueden enviar en discos flexibles por correo tradicional -lento y con mucha
operativa-, o se pueden enviar por correo electrónico -barato y llega en
minutos-. Esta sinergia es la que está dando el auge al correo electrónico.
Aunque el télex es anterior al teléfono y el fax es de uso común, no poseen
esta integración con el ordenador.
Los sistemas de correo electrónico son conceptualmente muy similares al
correo tradicional. El mensaje se "ensobra", y en el sobre se pone la
dirección de destino y el remitente. La "carta" se entrega a un
sistema de correo que se encarga de hacerla llegar a su destino. Si se desea, el
"cartero" puede crear un "acuse de recibo" que devolverá al
remitente.
En los sistemas de correo tradicional, cada vez es más acusada la
tendencia a la normalización (tamaño de sobre, código postal, etc.). En los
sistemas de correo electrónico, la normalización ha de ser inherente a su diseño,
y es lo que realmente distingue unos sistemas de otros.
El CCITT (Comité Consultivo Internacional de Teléfonos y Telégrafos)
ha desarrollado las normas X.400 de correo electrónico y las X.500 de servicios
de directorio. En 1984, la publicación del X.400 supuso la señal de partida.
La inclusión del X.500 en la versión de 1988 ha dado la madurez tecnológica.
Todos los grandes fabricantes y todas las PTT (Administraciones de Correos, Teléfonos
y Telégrafos), incluída Telefónica, han desarrollado o están en pruebas
avanzadas para ofertar esta normativa, que va a convertir a la filatelia en
coleccionismo arqueológico.
En el aspecto jurídico, existe una creciente tendencia, apoyada en
legislación y resoluciones judiciales, a considerar el correo electrónico,
sobre todo el X.400, como auténtico correo, con sus efectos contractuales de
notificación y acuse de recibo. Esto supondrá el definitivo despegue del
correo electrónico en el ámbito empresarial.
Las normas X.400 incluyen las prestaciones más avanzadas en mensajería,
como indicadores de prioridad, importancia, confidencialidad, obsolescencia,
etc. Se pueden enviar textos, imágenes, voz codificada, videotex y, también,
formatos específicos como hojas de cálculo y gráficos. Las normas X.500
vienen a resolver el problema del directorio. La guía telefónica o la lista de
calles y códigos postales son insuficientes para un sistema mundial de mensajería.
Aunque la dirección electrónica de un destinatario es una corta lista de
letras y números, localizarla se ha convertido en un arduo problema. El
servicio de directorio X.500 más utilizado es el Quipu, cuerda con nudos e
hilos de colores utilizado por los Incas en lugar de documentos escritos; con
este sistema conseguir una dirección de correo electrónico es explorar la
cuerda (guía global de directorios) hasta encontrar el nudo (directorio del área
buscada) y allí recorrer los hilos de colores (lista de direcciones) hasta
encontrar la dirección solicitada.
Las redes de valor añadido (VAN), organizaciones privadas
internacionales dedicadas desde hace años a transportar información electrónica
de un punto del mundo a otro, tienen sus propios servicios de correo electrónico.
Estas redes están muy implantadas en los ámbitos empresariales y
universitarios. Las agencias de viaje, empresas multinacionales o de comercio
exterior han resuelto los problemas que les supone el excesivo tiempo que tarda
una carta, o las pobres posibilidades de un télex, contratando los servicios de
estas redes de valor añadido, que en los últimos años están teniendo un gran
auge. Aunque las normas de correo electrónico son diferentes para cada una de
estas redes, se está notando un esfuerzo por acercarse a la normativa X.400,
aunque sin perder las ventajas y peculiaridades de cada una.
No debemos olvidar que la mayoría del correo es interno a la propia
empresa, y normalmente debe recorrer muy pocos metros. Con la proliferación de
redes de área local (LAN) y redes de comunicaciones propias, los sistemas de
correo electrónico tienen ya una gran tradición en el ámbito de la empresa.
De hecho, los primeros sistemas de correo electrónico surgieron en el ámbito
de empresas, como Volvo o General Electric, que aún sin dedicarse a la informática,
desarrollaron sistemas internos de correo electrónico que todavía están en
pleno vigor. Todos los fabricantes de ordenadores y grandes suministradores de
programas de comunicaciones ofrecen sus propios sistemas de correo electrónico.
Con el uso masivo de editores de textos, todo el mundo se ha acostumbrado a
preparar la documentación en un ordenador, por tanto está siendo bastante
sencillo acostumbrarse también a enviarlo por ordenador. Algunas personas, lo
primero que hacen al llegar a la oficina es conectar su ordenador y ver si
tienen correo pendiente; esta actitud se va a extender en los próximos años.
Aunque cada fabricante y proveedor tiene sus propias normas y protocolos de
correo electrónico, todos ellos ofrecen un núcleo de funciones básicas
similares, con los desarrollos específicos que caracterizan cada solución.
Suelen ser muy fáciles de instalar y utilizar, aunque no son compatibles con
los productos de la competencia.
Para solucionar todos estos problemas de incompatibilidades entre unas
redes de correo electrónico y otras, la tendencia es utilizar como "lingua
franca" al X.400, tanto para las relaciones con el exterior como para las
relaciones con otros sistemas.
En el ámbito doméstico, entre los aficionados a los ordenadores
personales ya existe una experiencia en el uso de "Buzones electrónicos"
-BBS-, normalmente de grupos de amigos o pequeñas empresas, para intercambiar
sus mensajes y sus programas. El paso a X.400 no es difícil, pero, por
cuestiones de coste, no se ve demasiado cercano. El fax sigue siendo el sistema
de más rápido crecimiento en el sector doméstico, y el videotex, que también
tiene buzones electrónicos (en Francia, el 30% de su uso es mensajería
"rosa"), despegará en España antes de dos años.
La Comunidad Europea está apostando muy fuerte por las normativas
internacionales como X.400, ya que, en la tradición del continente, las compañías
públicas siempre han jugado un papel muy importante que no se quiere perder.
También promociona medidas de apoyo, como el STAR, para fomentar el uso del
correo electrónico y de las comunicaciones de datos entre las empresas.
En España, Telefónica ya comienza a tener disponible el X.400, y está
preparando una seria campaña para introducirlo en las empresas. Hay quien se
pregunta: ¿qué va a hacer Correos?. Como se descuide, va a quedar reducido a
la distribución de propaganda comercial y cartas de enamorados.